La presentación del informe GEM Aragón 2023-2024 tuvo lugar el 21 de octubre de 2024 en la sede de CEPYME.
El acto contó con la participación de María Jesús Lorente Ozcáriz (presidenta de CEPYME Aragón), Ana Sanz Campos (directora general de Pymes y Autónomos del Gobierno de Aragón) y el creativista Iván Redondo.
El indicador más destacado es el índice TEA (Tasa de Actividad Emprendedora), que se sitúa en el 5,4 % en 2023, lo que representa la cifra más alta de la última década. Aunque este valor aún permanece por debajo de la media nacional, que es del 6,8 %, indica una continuación de la tendencia creciente que se ha evidenciado en los últimos años hacia un ambiente emprendedor más dinámico en la región. Particularmente notable es el crecimiento del emprendimiento naciente, que ha aumentado hasta el 2,9 % de la población aragonesa.
Este indicador refleja el número de individuos que están dando sus primeros pasos en la creación de negocios, lo cual es un signo de una cultura emprendedora en desarrollo.
Adicionalmente, la intención de emprender ha escalado hasta un 8,8 % para los próximos tres años, lo que implica un aumento del 35 % respecto al 6,5 % de 2022. Este incremento en la intención de emprender sugiere un cambio en la percepción de los ciudadanos hacia el emprendimiento, viéndolo como una opción viable y atractiva en el contexto económico actual.
El informe también revela que la tasa de emprendimiento consolidado, que hace referencia a aquellas empresas que han superado los 42 meses de actividad, alcanza el 7,9 %.
Esta cifra está por encima de la media nacional del 7,2 %, lo que sugiere que las empresas en Aragón no solo están siendo creadas con éxito, sino que también se consolidan en el tiempo. Este dato destaca la capacidad de las empresas aragonesas para adaptarse y sobrevivir en un entorno competitivo, ya que presenta igualmente tasas de fracaso más bajas que las del resto del país.
En 2023, la tasa de cierre de empresas en Aragón se sitúa en un 1,7 %, comparado con el 3,2 % nacional, lo que resalta la mayor resiliencia de estas iniciativas en la comunidad.
La caracterización del perfil del emprendedor aragonés también es relevante. Se observa un aumento en la edad media de los emprendedores, que ahora alcanza los 42,4 años.
Este dato no solo sugiere que el emprendimiento está siendo abordado por individuos más experimentados, sino también refleja un cambio en las dinámicas de toma de decisiones empresariales. Además, existe una clara correlación entre el nivel educativo y la actividad emprendedora, evidenciando que aquellos con formación superior -en especial a nivel de máster o doctorado- tienden a involucrarse en la creación de empresas con mayor frecuencia.
Este vínculo entre educación y emprendimiento puede ser indicativo de la importancia de la formación y el conocimiento en el desarrollo de nuevas empresas.